El sistema de Seguridad Social en Francia
difiere notablemente del sistema español, y conlleva
ciertas particularidades que conviene conocer.
Antes de llegar a Francia, debemos saber
que por el mero hecho de ser europeos tenemos derecho a
ser atendidos en cualquier hospital de forma gratuíta
(existen costes que deberá pagar nuestro estado de
procedencia) si estamos de vacaciones o de visita
temporal. Para beneficiarse de este servicio, existe la
llamada Tarjeta de Seguridad Social Europea, que podremos
solicitar en cualquier oficina de la Seguridad Social
Española, y que nos será expedida sea para un periodo de
tres meses (si la persona que tenemos enfrente es el
típico funcionario/a borde) o para uno de un año. Dicha
tarjeta nos será muy práctica para el periodo de
instalación en Francia, ya que hasta que estemos
instalados y tengamos nuestro número de seguridad
francés pasará un cierto tiempo de papeleo y burocracia.
Para tener un número de Seguridad Social
francés, simplemente bastará con ponernos a trabajar
allí, y si no tenemos recursos podremos acogernos a la
CMU, que es una cobertura especial que reciben todos
aquellos que no pueden pagar una mutua privada, y que se
otorga de entrada a todos los perceptores del RMI que lo
soliciten.
Una vez tengamos nuestro número de
Seguridad Social, si tenemos que ir al médico es cuando
empezaremos a ver las ventajas y desventajas del sistema
de Seguridad Social francés respecto al español. Si por
ejemplo tenemos una gripe y decidimos visitar al médico,
debemos saber que no existen ambulatorios de la Seguridad
Social, sino que podremos visitar cualquier médico "generalista"
privado que elijamos por razones de cercanía a nuestro
domicilio/lugar de trabajo, porque nos lo han recomendado,
porque es un amiguete, o simplemente porque nos da la
gana. Esto supone una ventaja en el sentido en que podemos
elegir nuestro médico para cada visita que
queramos/necesitemos hacer, y porque el número de
médicos a visitar es tan amplio como médicos ejerzan en
nuestra ciudad. El problema, o la diferencia negativa, es
que tras la consulta deberemos abonar el precio de esta
(salvo que tengamos una "mutuelle" o mutua
privada de salud que sufrague los gastos), que suele
oscilar entre los 20 y los 30 euros normalmente para una
consulta estándar, y después, con un papelito que nos
dará el médico, deberemos solicitar a la Seguridad
Social un reembolso que será de unos 20 euros, y que
llegará a nuestra cuenta bancaria, por lo que a la hora
de solicitar nuestra alta deberemos aportar un RIB
bancario, y de esta forma acabaremos recibiendo al
menos la mayor parte dde lo que hayamos aportado. Como
ventaja tiene que los médicos no están atestados de
gente que se aburre o se siente sola (gente que no están
enfermos), pero la desventaja es evidente al tener que
adelantar gastos y pagar con nuestro bolsillo una parte
del precio que no recuperaremos nunca. Este sistema
también hace que existan numerosos fraudes por parte de
los médicos, quienes llegan a acuerdos con amigos para
inventar falsas visitas y de este modo poder cobrar un
dinero por parte de la Seguridad Social por una enfermedad
que nunca existió.
Si queremos visitar un especialista, hasta
el 2005 se podía visitar directamente sin pasar antes por
el médico generalista, pero ahora debemos pasar antes por
el generalista, quien nos enviará al especialista
adecuado, lo cual nos generará el doble de gastos al
tener pagar dos consultas, pero si no lo hacemos así y
acudimos directamente al especialista la Seguridad Social
nos reembolsará menos dinero y mucho más tarde en
represalia.
LAS
"MUTUELLES" O MUTUAS DE SALUD
Dado que el visitar al médico supone
gastos evidentes para cualquier persona/familia, en
Francia son muy comunes y recomendables los seguros
privados o "mutuelles". Estos seguros ofrecen
diferentes posibilidades, desde reembolsarnos la parte de
la factura que no cubre la Seguridad Social, hasta el pago
de los medicamentos que necesitemos y que nos ha pagado el
médico. La mayoría de las grandes empresas ofrecen a sus
empleados una "mutuelle".
Si estamos interesados en contratar una
mutua de salud, lo más probable es que nuestro banco nos
pueda ofrecer una ofrecida por cualquier importante
compañía de seguros.
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